Sacas la aguja, insertas la aguja, vuelves a sacar la aguja y vuelves a insertar. La naturaleza rítmica y repetitiva de bordar o tejer es reconfortante, calmante y contemplativa. No es un esfuerzo para ti imaginar el bordado y el tejido como una práctica de mindfulness (atención consciente), o como una forma de meditación.
La investigación muestra que el bordado, la costura, el tejido y el crochet tienen mucho en común con la atención consciente y la meditación, todas las estadísticas reportan tener un impacto positivo en la salud mental y el bienestar en las personas que la practican.
Un estudio encontró una relación significativa entre la frecuencia con la que se borda y teje con la percepción del estado de ánimo y los sentimientos de los encuestados. Las personas que bordan y tejen frecuentemente es decir más de 3 veces a la semana son más tranquilos, más felices, menos ansiosos, y con más confianza.
Bordar y Tejer es una actividad beneficiosa para nuestra salud física y mental porque ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca, la tensión muscular y la presión arterial. Esta actividad nos obliga a pensar solo en el presente y continuamente, empezando por el tipo de hilos vamos a usar, el diseño que haremos, las agujas que necesitaremos.
Además las habilidades y sentimientos experimentados mientras se borda y teje facilitan el aprendizaje de técnicas, como la meditación y la relajación que se enseña comúnmente en los cursos de manejo para el dolor, o para el tratamiento de la depresión.
Con la repetición de puntadas o puntos se consigue lo que se llama “Respuesta de Relajación” es decir, que al repetir los puntos una y otra vez se produce un efecto de relajación en nuestro organismo similar al conseguido con la práctica del Yoga.
Usar el bordado para alcanzar un estado meditativo de la mente, podría permitir a una población mucho más amplia experimentar los beneficios de la meditación, ya que no implica tener que entender, aceptar o participar en un período de aprendizaje prolongado de la práctica. Sucede como un efecto secundario natural del bordado o tejido.
Las puntadas, lo hilos y las agujas se convierten en aliados de nuestra salud. Porque estimulan las conexiones neuronales y mantenerlas activas a medida que envejecemos es vital para ayudar a retrasar la aparición de problemas cognoscitivos como es el caso de la demencia.
La acción de bordar y tejer supone un complejo proceso neurológico, no es una simple repetición de movimientos con las manos. Ponemos en funcionamiento el área motora de nuestro cerebro, la sensitiva, la visual, la auditiva y la del lenguaje.
Durante la práctica, nuestras manos y brazos están en continuo movimiento, palpamos la textura de las agujas, hilos y ovillos, disfrutamos con los colores de los hilos que usamos, escuchamos las indicaciones del que nos enseña si estamos aprendiendo y a su vez las podemos transmitir a otros. Además, ponemos en acción la parte del cerebro encargada de planificar e imaginar por ende nos volvemos mas creativos.
Otros estudios han vinculado las manualidades a entrar en un estado de “dejar fluir”, lo que el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi describe positivamente como “un estado de concentración o absorción completa con la actividad y la situación. Es un estado en el que la gente está tan involucrada en una actividad donde nada más parece importar”.
Bordar y Tejer puede ser esa balsa de aceite que necesitas cada día para conseguir la calma, convirtiéndose en tu gran aliado para evadirte de los problemas cotidianos ya que te involucras tanto en la actividad que estás realizando, que terminas aislándote de los problemas.
Es una actividad que estimula a tu cerebro, ayudándote a relajarte y a disminuir tus niveles de estrés.
Los neurocientíficos están empezando a comprender cómo la atención consciente, la meditación y experientar el “dejar fluir” impacta el cerebro. La investigación demuestra que estas prácticas mejoran la depresión, la ansiedad, el cómo afrontar la adversidad, mejoran la calidad de vida, y de manera significativa reduce el estrés. Todo lo vital para mantener la salud del cerebro y el bienestar.
Ademas te ayudará a mejorar el ánimo y la alegría, ya que facilita el buen humor. Conseguirás reducir las hormonas del estrés y al mismo tiempo aumentar los neurotransmisores de la felicidad, como la serotonina.
Bordar y Tejer favorece la capacidad de concentración por lo que puede ser una auténtica terapia para aquellos que sufren de déficit de atención.
Ayuda a sentirse bien con uno mismo y a aumentar la autoestima ya que con nuestras propias manos estamos creando una prenda o diseño. Afianza la confianza en uno mismo y nos ayuda a esforzarnos y a cultivar la paciencia.
Nos enseña a luchar por alcanzar nuestros objetivos y no desanimarnos aunque fracasemos en el primer intento. Porque cuando estás aprendiendo a bordar o tejer puede que tengas que deshacer la labor y volver a empezar de cero. Una experiencia que podrás aplicar a tu vida.
Bordar y Tejer fomenta la comunicación entre generaciones ya que son nuestros mayores los mejores expertos y los que conocen los trucos de cada actividad. Escuchar sus consejos es esencial para mejorar y aprender.
Bordar y Tejer tiene beneficios psicológicos y sociales significativos, que pueden contribuir al bienestar y calidad de vida.
Curiosamente, el estudio también encontró que las personas que bordan y tejen como parte de un grupo eran incluso más felices que los bordadores y tejedores solitarios.
Cuéntame, ¿Que te parecen todos estos beneficios, ya los conocías?
¿A que ahora te animas a aprender a bordar o tejer?
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